Un software marca el camino para que los terneros logren la mejor ganancia de peso evitando la deposición precoz de grasa o caer en restricciones que luego no se puedan compensar por falta de desarrollo muscular. Cómo aprender a planificar y presupuestar la alimentación de la mano de MBG ganadería.
Ana Gómez Demmel y Catalina Boetto.
MBG Ganadería es un emprendimiento fundado por los Ing. Agr. Oscar Melo, Catalina Boetto y Ana Gómez Demmel, que desde hace 35 años capacitan técnicos de campo mediante el desarrollo de herramientas informáticas para la alimentación animal. Hoy, mientras están realizando un curso de “Estrategias de recría”, presentan el nuevo simulador que permite planificar las ganancias de peso de los terneros copiando su curva de crecimiento y dar respuesta a la pregunta más desafiante del productor: ¿Voy por debajo o me estoy pasando y se me están engordando?
“Nuestro diferencial son los softwares para nutrición bovina, cuyo talón de Aquiles es una disponibilidad forrajera muy variable en el tiempo. Por eso, creamos simuladores, en este caso de recría, que nos permiten prever y comparar la respuesta con distintas estrategias, sea a pasto, con o sin suplementación, a corral, o combinadas”, dijo Catalina Boetto en diálogo con Valor Carne. Y anunció: “este año lanzamos una nueva versión que muestra un camino para modular la ganancia de peso mes a mes, con la premisa de lograr un crecimiento óptimo. Es algo que no existía en el país”.
¿Es una innovación? “Si, softwares de formulación de dietas hay varios, nosotros también los desarrollamos, pero este simulador de recría que trabaja en forma complementaria, es único, no hay otros”, intervino Gómez Demmel, detallando que es un herramienta ágil y sencilla para que cualquier técnico pueda planear y presupuestar la alimentación según los forrajes disponibles y el peso de faena. “Si hoy el ternero tiene siete meses, pesa tantos kilos y le doy de comer esto, el mes siguiente tendrá un aumento de peso tal, el próximo, cual, y así sucesivamente”, indicó, aludiendo a que esas proyecciones, en cantidad y calidad, las hace el mismo programa.
“Al fin te dice, vas a necesitar tantos kilos de tal alimento y tantos de tal otro, considerando las pérdidas en el transporte y aprovechamiento, o sea, que formula la dieta completa y además calcula cuál es su costo. A su vez, partiendo de un determinado forraje define la cantidad de animales que se pueden alimentar. Por ejemplo, con una bolsa de silo voy a cubrir una tropa de 55 novillitos durante cuatro meses y el peso con que terminará la recría será de tantos kilos”, pormenorizó.
¿En qué se basan estos cálculos? “Como dijo Tati (Boetto), en una recría hay que modular la ganancia de peso para que copie la curva de crecimiento del animal, no se puede sobrepasar esa referencia para evitar un engrasamiento precoz”, respondió Gómez Demmel.
Así las cosas, el programa trabaja en base a un índice de estado corporal, que es la relación entre lo que pesa el animal y lo que debería pesar. “Hemos incluido unos gráficos muy novedosos (ver abajo: «Evolución …») que nos van mostrando el camino, qué calidad de dieta le tenemos que dar para no salir de esa ruta y asegurar el éxito en la recría. Esto significa lograr la mayor cantidad de kilos por animal y maximizar el uso de los alimentos, mediante un proceso eficiente y sustentable”, describió.
Esos gráficos de evolución del índice de estado corporal también marcan un límite a las restricciones nutricionales. “En las recrías tradicionales esas prácticas eran tan severas, que muchas veces comprometían el desarrollo de la estructura muscular, algo que en el campo no se visualiza. Los animales se terminaban un poco más tarde, pero la conformación carnicera no es la misma. Entonces este simulador avisa por dónde no hay que ir para lograr una buena res, algo que permite avanzar hacia la venta por kilo de carne y no por kilo vivo”, resaltó Boetto.
Avant premier
Mientras los primeros 25 técnicos se están capacitando online en el uso del nuevo software de recría, MBG ganadería adelanta las características del curso y del material informático para los lectores de Valor Carne. El aprendizaje consiste en usar estos softwares aplicándolos a casos prácticos, reales, de los propios participantes, resolviéndolos entre todos.
El programa permite simular la recría de vaquillonas para reposición o para engorde, de novillitos y de machos enteros jóvenes para todas las razas bovinas más importantes. La planificación implica no solo el conocimiento de los animales para identificar grupos homogéneos sino la caracterización de los recursos forrajeros.
“El primer paso es definir el lote y los objetivos para ver cuánto va a durar la recría según el peso de faena y determinar qué tipo de dieta le vamos a dar, de acuerdo a los alimentos disponibles”, planteó Gómez Demmel.
En la pantalla ‘lote de animales’ se caracteriza el grupo de recría. Se ingresan las variables requeridas para obtener el peso vivo ajustado y el Índice de estado corporal. En el gráfico se observa el peso inicial a la recría y la curva de crecimiento normal de este lote.
En la pantalla siguiente ‘diseño de la estrategia’ se determina la duración de la recría. El software permite simular alimentación a corral o pastoril contemplando si el pastoreo es rotativo diario, rotativo semanal o continuo. De este modo se define la calidad de la dieta y en caso necesario, la restricción al consumo.
Luego, en ‘evolución de la recría’, producto estrella del simulador, se muestran los cambios en el tiempo del índice de estado corporal, marcado el peso máximo y el mínimo para un crecimiento adecuado, así como la variación del peso real. Las líneas de color naranja de los gráficos indican cuál es el camino que se debería tomar y en negro la realidad, según la estrategia definida.
En ‘planificación de las dietas’ se determina qué alimentos y en qué proporción participan para alcanzar la calidad definida en la estrategia durante todo el período de recría.
La siguiente pantalla tiene en cuenta la eficiencia en la ‘utilización de los recursos’, cuantificando tanto las pérdidas en los distintos momentos de uso de los suplementos como las disponibilidades y tasas de aprovechamiento de las pasturas.
Por último, el presupuesto global cuantifica el costo, la cantidad y la superficie a cultivar de cada una de las pasturas y del total para la recría completa, teniendo en cuenta los consumos y las eficiencias de utilización de los alimentos.
A futuro
Para finalizar, Boetto destacó que, como docentes de nutrición animal en carreras de grado y posgrado, desde MBG Ganadería buscan que el conocimiento desarrollado en el ámbito académico llegue a los productores. “Cuando empezamos, se hablaba de tasas de degradabilidad del almidón del grano, pero para alimentar una cabeza se decía: ‘dale un kilo o un kilo y medio de maíz”. Hoy con más de 5.200 asesores de campo formados entendemos que el cambio está en marcha”, concluyó.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne
Publicación de «Valor Carne» de fecha 12/09/2024