Con el objetivo de aprovechar las buenas perspectivas para el negocio ganadero, y dadas las restricciones por el coronavirus, la firma Advanta trasladó la primera edición de su TEC ganadera a la virtualidad. De este modo, llevó a los productores a recorrer un ciclo completo en sistemas mixtos de producción.
La idea fue mostrar distintas herramientas de manejo que le permita al productor ser cada vez más eficiente en la utilización de los recursos forrajeros de cada región, incrementando el rendimiento en kilos de carne por hectárea.
En el evento, liderado por el productor Marcelo Passon y el ingeniero Marcelo de León de INTA Manfredi, junto a Tomás Sundblad y Julián Siri de Advanta, se presentaron los indicadores reproductivos y kilos de carne obtenidos por hectárea de diferentes categorías evaluadas, cría, recría y terminación, según la base forrajera.
En el rodeo de cría, se observó muy buen índice de preñez del 98,5% y 95% de destete, alcanzado a partir de una alimentación a base de 17 kg de silo de sorgo diario (ADV2450IG) y ryegrass picado en invierno. Las ganancias de peso logradas en categorías de recría a partir de una base forrajera de silo de sorgo con suplementación proteica, resultaron de 0,9 kg/día en el establecimiento de Passon, en Ameghino, provincia de Buenos Aires.
En lo que respecta a terminación, se realizó con una dieta a base de 55% grano de sorgo partido, 10% maíz, 4,5% expeller de soja, 1,5% de núcleo y el resto con silo de maíz.
El sorgo pisa fuerte en el planteo
“Pudimos evaluar el importante rol que cumple el silo de sorgo en planteos ganaderos, principalmente para las categorías de cría y recría impactando considerablemente en el incremento de kilos de carne por hectárea producidos”, comentó Passon.
Por otra parte, el ingeniero De León expuso sobre una de las claves de la eficiencia del silo, que es “el suministro”. Realizó la comparación entre autoconsumo vs. comederos con mixer. “El suministro del silo y la tasa de extracción, no mayor a 40-50 cm de avance diario, son indicadores fundamentales para mantener la calidad, reduciendo la exposición a factores aeróbicos que afectan su conservación. Ser eficientes en esta tarea impacta en la rentabilidad del sistema ya que el costo de confección de un silo no se incrementa por las pérdidas a la hora del consumo”, explicó el profesional.
Según De León, la buena calidad del silo se puede lograr observando 25 indicadores que definen la misma. Entre ellos, en esta oportunidad, hizo mención al cultivar elegido según requerimientos del rodeo, rendimiento, tamaño de partículas, momento de picado, conservación, etc. La calidad del silo está, también, íntimamente relacionada su correcta confección. Para ello hay cinco decisiones claves que el productor debe tomar: el momento de picado, el tamaño de la fibra, el procesado del grano, la compactación del silo y el uso de inoculantes o aditivos. Estos puntos son la clave a para una correcta confección.
Como es sabido, no es lo mismo el silo que se necesita para un rodeo lechero o para engorde, que la calidad requerida para un rodeo de cría. Considerando que el principal indicador de De León es la correcta elección del cultivar, según los requerimientos nutricionales, Advanta compartió con el productor las características de diferentes materiales y la importancia de seleccionarlos correctamente, según el rodeo.
«En el caso del sorgo, por su gran diversidad de biotipos graníferos, sileros y forrajeros, Advanta brinda siempre una minuciosa recomendación de uso de cada uno según el planteo productivo», resaltaron desde la firma. Y agregaron que “la tecnología igrowth, para el control de malezas, le brinda al productor soluciones para mejorar la eficiencia y calidad de sus forrajes tantos conservados como de pastoreo directo”.
Por otro lado, en el caso del maíz, lo más relevante a la hora de seleccionar el mejor híbrido a utilizar para silaje, es su tasa de desecación y su ventana de picado. “Es por ello que todos los materiales de la compañía están acompañados por información y tecnologías adaptadas a diferentes ambientes según la necesidad del productor”, aseguraron.
En números
Cerrando la jornada ganadera, se realizó un análisis económico mostrando los resultados finales del ciclo de producción. Se evaluaron los costos incurridos en cada uno de los procesos como por ejemplo, producción del cultivar, picado, confección y suministro del silo; precio de compra vs. precio de venta; reposición de vientres y finalmente el margen neto obtenido por Passon en su establecimiento.
La conclusión fue que el silo es un jugador importante a la hora de elevar los rendimientos de kilos de carne por hectárea, pero ello debe ir acompañado con la eficiencia de manejo en los procesos de producción del cultivo, confección, conservación y utilización del mismo. “No se agranden hacia otros campos, trabajen sobre el mismo con tecnología para ser cada día más eficiente en la producción de alimento y así aumentar la rentabilidad por hectárea”, finalizó Passon.
Publicación de «Valor Carne» de fecha 24-09-2020