Un proyecto de investigación apuntalará a la ganadería latinoamericana a fin de mitigar la emisión de gases de efecto invernadero, la creciente amenaza que pesa sobre la producción de carne en el mundo global. La Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, República Dominicana, Ecuador y Nicaragua concentran, bajo pastoreo directo, 400 millones de cabezas de vacunos, el 20% de las existencias mundiales, pero cuentan con bajos índices de eficiencia, variables de gran impacto en las emisiones de la actividad.
Para abordar este desafío, los institutos nacionales de investigación de esos países desarrollaron una plataforma que articula conocimientos y tareas para aprovechar el potencial de las leguminosas existentes en sus territorios, con el objetivo de mejorar la productividad animal cuidando el ambiente. La iniciativa cuenta con el soporte de FONTAGRO, mecanismo de cooperación que promueve la innovación agropecuaria en América Latina y el Caribe, y de PROCISUR, un programa de los países del Cono Sur que también trabaja en esa línea.
¿Por qué leguminosas? «Tienen la capacidad de fijar nitrógeno (N) en el suelo, que nos puede ayudar a mejorar la calidad del forraje y, por lo tanto, la productividad bovina, ahorrando fertilizantes. Esto no sólo significa una ventaja económica sino también ambiental», afirmó el Ing. Agr. Alejandro Costantini del INTA, institución que lidera el proyecto.
En ese sentido, la mitigación de las emisiones (medidas como equivalente de CO2/kg carne) será analizada desde múltiples variables.
«Con una leguminosa fijamos N en el suelo, pero esto podría generar emisiones de óxido nitroso, algo no deseable. Por otro lado, ese N nos puede ayudar a incrementar el stock de carbono, o sea a incorporar materia orgánica en el perfil, que mitiga la emisión. Un punto a favor. Además, al ser un forraje de mayor digestibilidad, es posible que disminuya las emisiones de metano entérico, las más importantes de la ganadería. Son cuestiones que tenemos que comprobar», explicó el investigador.
«Varios de estos estudios se están llevando adelante mediante tesis de posgrado y los resultados, que serán de uso público, se irán difundiendo a medida que se obtengan», anticipó.
En la Cuenca del Salado
Para el especialista, un gran desafío es realizar el estudio en la región pampeana, que cuenta con el mayor stock de ganado del país.
«Pese a no ser una planta autóctona, el Lotus tenuis se naturalizó muy bien en la Cuenca del Salado, una de las áreas con mayor extensión de suelos salino/sódicos en zonas húmedas del mundo. Es la única leguminosa que funciona en esos ambientes», subrayó, detallando que incluso podría ser una opción interesante para mejorar su calidad edáfica.
«Tenemos que comprobar si la combinación de efectos de esta leguminosa acaba dando una reducción de emisiones, o bien una compensación, por el almacenaje de carbono en el suelo. Y aún cuando no hubiera una disminución neta, si conseguimos producir más carne emitiendo lo mismo, seremos más eficientes», planteó Costantini.
En la práctica
Hace 15 años, la Chacra Experimental Manantiales (INTA-Ministerio de Desarrollo Agrario), Chascomús, comenzó a evaluar el desempeño del Lotus tenuis que se encuentra en el banco de semillas del suelo de algunos potreros.
«Atentos a las promociones de raigrás, que hacíamos para el invierno, pensamos de qué manera podíamos generar forraje en los bajos, apuntándole al verano, cuando estábamos más cortos. Notamos que, luego de los inviernos lluviosos, venía una gran cantidad de Lotus. Pero los animales lo seleccionaban y no dejaban que expresara su potencial, ya que se pastoreaba en forma continua. Era una planta que veíamos en forma esporádica», recordó el Ing. Agr. Matías Bailleres, Director de la Chacra.
A partir de ahí el equipo de la experimental empezó a estudiar la especie y a hacer ensayos.»Advertimos que el Lotus se perjudicaba muchísimo con la competencia. Entonces, comiendo al ras el pasto de invierno y con aplicaciones estratégicas de herbicidas, en junio o julio, lo liberamos de malezas y gramíneas. Así, entraba buena luz y se favorecía el crecimiento inicial, que es bastante lento. Luego, dando algún descanso a la parcela, nos encontramos prácticamente con una pastura pura de la leguminosa», contó.
Para el técnico,»esto es muy importante en la zona, donde también avanzaron los cultivos de verano (maíz, sorgo y soja), con lo cual el bache forrajero estival pasó a ser mucho mayor, sobre todo en calidad».
Ante estas problemáticas, desde la Chacra desarrollaron un ‘protocolo’ para hacer pasturas de Lotus. «La clave es apuntar a potreros que alguna vez hayan tenido Lotus con buena floración. La especie tiene un enorme potencial de multiplicación de semillas, que son de tegumento duro y quedan por muchos años en el suelo. Le dimos en la tecla», aseveró Bailleres, agregando que al igual que el raigrás en algunos potreros la sembraron al voleo.
«El crecimiento en ambos casos es fenomenal. Produce más de 1.000 plántulas por metro cuadrado y tiene 18-20% de proteínas, que para una vaca con ternero al pie es excelente e incluso resulta estratégico para terneros de destete anticipado (120-140 kg)», indicó. En tal sentido, su alto contenido proteico ayuda a mejorar la digestión de las fibras, principalmente de las gramíneas pasadas de verano, y con ello mejora la conversión de materia seca en carne.
Con estos antecedentes, hicieron ensayos para monitorear la producción de forraje logrando muy buenos rendimientos (suelos clase IV) y compararon las ganancias de peso vivo de novillitos en invernada sobre Lotus y sobre pasturas base alfalfa, en lotes agrícolas.
«Las altas ganancias diarias confirman la calidad del recurso. Por supuesto, con alfalfa, la cantidad de materia seca es mucho mayor; se puede tener más carga y la producción de carne/ha es más importante», aseguró.
«El Lotus se está difundiendo cada vez más entre los productores de la zona. Era una planta que daba alguna florcita linda en el verano y, ahora, se transformó en un recurso forrajero de impacto en la productividad animal», finalizó Bailleres.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne
Publicación de «Valor Carne» de fecha 05-11-2020