El MV Diego Grané presenta los programas genéticos que lleva adelante en prestigiosas cabañas de la Argentina, Brasil y Uruguay y explica por qué subastarán lo mejor de cada uno. “Seleccionamos por fertilidad, adaptación a temperaturas y humedad extremas, aguas duras, parásitos y facilidad de engrasamiento, a pesar de las limitantes nutricionales de los sistemas pastoriles del norte”, afirma.
Este viernes, 10 de diciembre, en la Sociedad Rural de Corrientes, se realizará el remate “Esencial-Genética de Excelencia”, que permitirá a criadores del país y la región acceder al corazón genético de prestigiosas cabañas y adelantarse a su futura oferta de reproductores. En la previa del evento, el M.V. Diego Grané explicó a Valor Carne los pormenores de los programas de trabajo de Pilagá, Los Guasunchos, Santa Irene, El Impenetrable, San Vicente y La Victoria, de la Argentina; Carcávio, de Brasil; y Tres Cerros, de Uruguay; basados en el conocimiento, la innovación, el cuidado del medioambiente y la consistencia a largo plazo. La visión es producir una genética Brangus y Braford para sistemas pastoriles que sea referente a nivel internacional.
Diego Grané.
“Diseño los programas y hago el seguimiento de los mismos personalmente, teniendo en cuenta las turbulencias del mercado local y sus vaivenes entre consumo y exportación, así como la creciente demanda mundial de carnes de calidad producidas en ambientes naturales”, planteo Grané, un joven profesional con amplia trayectoria en mejora genética de empresas ganaderas de punta del NEA y el NOA, que en los últimos años comenzó a asesorar también importantes cabañas de países vecinos.
Los ambientes del NEA son muy similares a los del norte de Uruguay y sur de Brasil, y si bien hay diferencias con el NOA, en todos los sistemas ganaderos se produce con climas extremos y aguas duras, en zonas sucias de garrapatas y sobre pastizales naturales que dan abundantes forrajes, pero de regular calidad.
“Las cabañas comparten un biotipo animal cuya gran fortaleza es la adaptación a esos ambientes, aunque hay particularidades de cada una que suman atractivo al remate”, planteó Grané.
Todo terreno
El biotipo Esencial está diseñado para sistemas pastoriles extensivos, pero hay cabañas que hacen animales un poquito más acebuzados porque les toca producir en ambientes más difíciles y necesitan un porcentaje mayor de componente cebuino y otras que tiene algo más de britanización, porque están en territorios un poco más benévolos”, apuntó.
¿Como se desarrolla el biotipo? “Hay varios criterios de selección. El primero es buscar un animal fértil y por supuesto adaptado, que produzca en armonía con el ambiente”, indicó.
La adaptación no solo se refiere a las variables climáticas, temperatura, humedad y régimen de lluvias, sino que incluye la presencia de ectoparásitos, aguas duras y una oferta forrajera con limitantes nutricionales. “Un animal adaptado no es el que sobrevive en ese ambiente, es aquél que está confortable, cómodo, para poder producir eficientemente en esos pastizales”, subrayó, aludiendo a que este biotipo apunta una ganadería respetuosa del medioambiente, algo cada vez más valorizado por los consumidores.
En tal sentido, prosiguió: “si bien se han expandido las pasturas megatérmicas en la región, los animales siguen consumiendo mayormente pasto natural, por lo que un gran desafío desde la genética es que puedan transformar ese recurso en carne de calidad”.
El siguiente criterio de selección está enfocado en la corrección estructural y funcionalidad. “Buscamos animales que cuenten con aplomos adecuados, que se desplacen bien, que tengan articulaciones sanas en patas y manos. En estos sistemas extensivos caminan mucho y tienen que trabajar, entonces esta corrección estructural prolonga la vida útil. En cuanto a las vacas, es importante que posean buenas ubres, que produzcan leche, para que lleguen a adultas siendo sanas y destetando muchos terneros con peso apropiado”, explicó.
En una ganadería pastoril y de bajo costo es fundamental que los reproductores sean longevos. “Si se compra un ejemplar es importante que el período para amortizar la inversión sea largo. Si todos los años hay que reponer el 40% de las vacas, no es negocio. En cambio, si son longevas se puede reponer el 15% y el resto tendrá destino comercial”, resaltó.
Otra cuestión fundamental, es la conformación carnicera y, para ello, se buscan animales que tengan buena musculatura y adecuado engrasamiento, sobre todo en cortes de alto valor. “Por eso seleccionamos a favor de ejemplares que sean largos, profundos, bien anchos, evaluando la musculatura”, afirmó.
Asimismo, en este biotipo se pone el foco en animales que tengan facilidad de engrasarse precozmente, a pesar de la limitante nutricional del pastizal. “En un planteo de la pampa húmeda el engrasamiento temprano, sobre todo si es excesivo, resulta negativo, pero acá seleccionamos a favor de ese animal más blando que tiene capacidad de deponer grasa antes. Eso nos permite tener una vaca que en primavera-verano, cuando hay una buena oferta forrajera, aprovecha para engrasarse y eso le permite pasar el invierno con sus reservas corporales”, explicó. Y aclaró: “En todo esto buscamos un equilibrio entre músculo y grasa, partiendo de una estructura ósea acorde a la edad y al sexo”.
Un punto clave del programa de selección es el dimorfismo sexual. “Para hacer un excelente novillo hay que tener una hembra bien femenina y un macho bien masculino. En la hembra exploramos atributos como cuello suave, cabeza chica, musculatura sin excesos, que expresan su buen funcionamiento hormonal. En el macho, en cambio, apuntamos a que sea fuerte, con más musculatura”, pormenorizó. Y advirtió: “No hay que buscar novillos en los progenitores que lo generan. Muchas veces en la hembra se valora que sea bien carnuda y puede ocurrir que no sea las más fértil. Esto es un problema, porque el corazón de todo programa de mejoramiento genético son las madres”.
Siguiendo con los criterios de selección, el crecimiento y la eficiencia de conversión son relevantes. “El rápido crecimiento es importante, pero el tamaño adulto debe ser moderado, con un consumo acorde a los sistemas en que está produciendo, no olvidemos que la principal limitante regional es nutricional”, reiteró. El programa también valora el buen temperamento y la pureza racial, “que sean animales clasudos, atributo que se transmite a la descendencia”.
Por último, Grané se refirió a la plasticidad para manejarse con soltura ante los cambios de los mercados y poder decidir sobre la marcha el destino comercial. “Buscamos un novillo que permita atender el consumo y la exportación sin tener que cambiar la matriz que son las madres, el biotipo”, aseveró.
Para el especialista, la principal herramienta de selección es la información objetiva, pedigree, DEPs, además del fenotipo. “Cuando se selecciona a favor de un biotipo meta, generación tras generación, los reproductores van ganando consistencia y eso es muy importante en una raza sintética. Si se quiere lograr un animal de tamaño mediano y se utiliza una hembra chica y un macho grande, por ejemplo, habrá terneros intermedios, pero también desvíos, o sea algunos serán parecidos a la madre y otros al padre. Entonces el concepto de fijar el biotipo es crucial porque aumenta la frecuencia de los genes a favor del mismo”, destacó.
Anticipando el futuro
Esencial es un proyecto de largo plazo que surgió para ofrecer el corazón de los programas de mejoramiento de cada cabaña, incluyendo ejemplares que ganaron premios en las principales pistas regionales. “Viéndolo en perspectiva estamos comercializando la genética que saldrá a la venta en los próximos años y que generará los futuros reproductores comerciales. Por ejemplo, se subastarán terneras que serán donantes de embriones, los que originarán esos toros y vacas. Y, si bien se ofrece reducida cantidad, el producto es muy contundente. Por eso el concepto de esencial”, subrayó.
¿El diferencial del remate? “Hay un diseño estratégico para tomar lo mejor de cada uno de los programas. En una cabaña la esencia está en los embriones, en otra en las terneras. Así ponemos la excelencia a consideración de los productores”, puntualizó.
Por otro lado, el objetivo es regionalizar el biotipo y desarrollar un clúster donde se comparta la cultura ganadera. “Es importante exportar genética, pero también importar lo esencial de una cabaña de otro país, con valores en común”, resaltó, refiriéndose a que ese evento podrá ser una punta de lanza para desarrollar otros negocios. “En eso también radica la potencialidad de esta iniciativa, está previsto seguir con estos remates todos los años”, finalizó.
Por: Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne
Esencial: quién es quién
Cabaña Pilagá, marca histórica en la ganadería argentina, tiene sus planteles Braford y Brangus en Mercedes, Corrientes, y hace la recría y preparación de reproductores para zona sucia, en Quimilí, Santiago del Estero, además del ciclo completo comercial.
Cabaña Los Guasunchos, del grupo Werthein, está en Santa Margarita, Santa Fe, límite entre Santiago del Estero y Chaco. Produce genética Brangus y Braford y hace el ciclo completo en escala.
Cabaña Santa Irene, de Ganagrin, tiene sus planteles Braford en Chavarría, Corrientes, la preparación de los reproductores se hace en Gualeguaychú, Entre Ríos, y el ciclo completo comercial en Buenos Aires.
El Impenetrable cuenta con campos en Pampa del Infierno, Chaco y Tolloche, Salta. Pertenece a la familia Maiquez que cuenta con una cabaña boutique Brangus en pleno desarrollo y hace cría, recría y terminación.
San Vicente es una cabaña muy tradicional del Braford perteneciente a la familia Carbajal. Está en Trancas, Tucumán, un ambiente muy duro sobre cerros.
La Victoria, de Enrique Zeni, tiene uno de los sistemas silvopastoriles más grandes de Sudamérica en Esquina, Corrientes, donde está la cabaña Braford y Brangus, y hacen cría y recría. Engordan los animales en un feedlot en Buenos Aires.
Cabaña Tres Cerros, de la familia Stolovas, que cuenta con campos en Artigas y Salto, noroeste de Uruguay. Son productores de genética Braford, carne vacuna y lana.
Estancia Carcávio, de la familia Guerra Soares, cuenta con campos de basalto y areniscas en Río Grande do Sul, Brasil. Su principal negocio es la cabaña Braford y hacen cría comercial
Publicaciòn de «Valor Carne» de fecha 09/12/2021