En un contexto favorable para financiar la ganadería, el Ing. en Prod. Agr. Hernán Busch, explica por qué a la hora de invertir en animales, para aprovechar las tasas negativas en relación al aumento de su precio, además de la compraventa hay que analizar las previsiones de inflación y devaluación. Las nuevas herramientas digitales para hacer más ágil y eficiente el acceso de los productores.
Hernán Busch, Gerente comercial de agronegocios del Banco Galicia.
En un país desafiante, con inflación récord e intervencionismo, y un marco internacional turbulento, por la pandemia y la guerra, se registra un avance interesante del financiamiento a la ganadería, de la mano de la intensificación de la producción de carne. El Ing. en Prod. Agr. Hernán Busch, Gerente comercial de agronegocios del Banco Galicia, con estudios de posgrado en administración de empresas, hace una puesta a punto de la visión de la entidad y su contribución al productor en el uso eficiente de herramientas financieras, clave en la competitividad.
“Para nosotros, el agro es una actividad de alta relevancia. Es la única que atendemos en forma particular y por rubro, entre ellos, la ganadería de carne. Hilando más fino diseñamos productos especiales para el criador, el invernador a pasto, el feedlot, la cabaña y el frigorífico”, dijo Busch, de familia agropecuaria y apasionado por el campo, que encontró en el banco, donde trabaja desde hace 20 años, un puente entre la producción y el mercado de capitales. Y siguiendo con la importancia que reviste el sector, detalló: “las empresas agropecuarias medianas y grandes representan más del 50% de lo que financiamos en la unidad de banca mayorista, aunque si miramos la cadena agroindustrial, ese porcentaje es todavía mayor”.
Yendo a la ganadería, el especialista destacó que la intensificación de la producción ha dinamizado fuertemente al agro. “Comprendemos que la agricultura es una gran demandante de capital, pero hoy, para producir carne, además de las pasturas, los granos y el silo de maíz se han convertido en insumos básicos”, aseveró, aludiendo a que esta complementariedad ha contribuido a la profesionalización de la ganadería.
“Es una actividad de ciclo mucho más largo que otras ramas de la economía y que la agricultura, por eso trabajamos con una visión de cadena y atentos a la sustentabilidad, con productos financieros y una fuerza comercial que nos permite brindar las mejores alternativas para cada eslabón”, planteó.
El desafío del financiamiento
Para Busch, el primer reto es articular la oferta que existe en el mundo del financiamiento con la demanda del productor. “Normalmente sucede que un activo competitivo no suele coincidir con un financiamiento competitivo. O sea, cuando uno dice ‘está muy bueno para entrar al negocio X”, el financiamiento no es el más económico. Justamente, es lo que sucede hoy con la ganadería. Por ejemplo, el criador está vendiendo muy bien sus terneros, entonces hay apetito para invertir en vientres, pero esto significa un repago largo, se necesitan 4-5 años”, explicó. ¿Y hay oferta? “Sí hay, pero entonces me preguntan: ‘che, pero a qué costo’ y uno responde: ‘al costo del capital’. La nominalidad de la tasa es relativamente alta y no se tiran de cabeza a tomar créditos de esas líneas, esa es la realidad”, reveló.
¿Y cuáles son los productos más demandados? “Los más cortos, el financiamiento de ventas particulares, en remates, con un ciclo que permite repagar los animales en el plazo de un año”, indicó. O sea, que hay condiciones muy competitivas de tasa para esos productos, sobre todo, cuando colabora el proveedor. “Básicamente, las mejores ofertas se consiguen en reproductores, cuando el proveedor acompaña el financiamiento del banco, agregando un subsidio a la tasa para que el ganadero pueda contar con mayor plazo. Eso permite invertir en forma muy competitiva”, sostuvo Busch, detallado que esto contribuyó a dinamizar el negocio de la genética.
También se financia mucho la compra de cría general e invernada. “En estos segmentos más masivos, las tasas son algo menos competitivas. Es entendible, son inversiones de ciclos más cortos y más chicas por cabeza, aunque más grandes en volumen. La clave es que el productor se financia buscando un retorno del capital tanto por el crecimiento o el engorde del animal, como por el aumento del precio de salida”, analizó.
Entonces, “si uno mira hacia atrás, 2020-2021, fue muy bueno financiar ganadería, porque el aumento del kilo vivo fue mayor que el de la tasa de interés”, afirmó. Y planteó: “Con tasas relativamente altas, a priori, por ahí no invita a comprar animales financiados, pero cuando uno asume que la carne aumenta en línea con la inflación, o más, te estás financiando a tasas negativas, entonces la operación tiene sentido” ¿Y en adelante? “Si la carne se mueve cerca de la inflación claramente se justifica. Pero nadie tiene la bola de cristal, ése es el riesgo del negocio”, advirtió.
En tal sentido, a la turbulencia mundial, la Argentina agrega la incertidumbre del contexto interno, que impacta en la variabilidad de precios de los productos.
“La inflación corre por su lado, la devaluación por otro y en el medio están los productos ganaderos. Entonces, hay que ver cómo se van actualizando esos parámetros para proyectar el negocio, porque ambos se reflejan en los precios de la hacienda. O sea, la inflación es uno de los drivers del consumo y la devaluación impacta en el alimento, que es el principal insumo para producir carne y cotiza en dólares”, explicó.
Ahí surge otra cuestión clave a la hora de tomar financiamiento que es el momento de entrada y de salida del negocio. “Además de planificar la oferta forrajera, cuánto peso ganará el animal, la sanidad, es importante analizar el precio de compra y de venta, la tasa de financiamiento, las estimaciones de devaluación y de inflación e incluso cómo evolucionaron estos indicadores anteriormente”, puntualizó.
Para Busch, el financiamiento en ganadería funcionó muy bien en los últimos dos o tres años porque el valor de la hacienda evolucionó mejor que la tasa de interés. “Fue favorable si se mira la serie completa, pero no siempre es así en períodos cortos. Cuando se financia la compra de invernada, si salís en noviembre, por ejemplo, la carne todavía no actualizó y el crédito te resultó carísimo; y si salís en enero, cuando pegó el salto, el negocio te salió redondo”, consideró.
¿Las empresas tienen asesoramiento financiero? “Cada vez se profesionalizan más. Estamos en un país que te desafía constantemente y el negocio ganadero se hizo muy financiero. Por eso, desde los bancos buscamos ofrecer productos simples, de respuesta ágil y que permitan el acceso a un financiamiento competitivo para todo tipo de empresas, las más sofisticadas y las tradicionales”, señaló.
La era del crédito digital
En este contexto, el Banco Galicia está desarrollando distintas herramientas digitales para acercar soluciones al productor.
A fines del 2020, plena pandemia, lanzó la plataforma de financiamiento Galicia Rural que pronto se convirtió en el producto estrella. “Tradicionalmente la ganadería tenía fuerte presencia en la tarjeta Galicia Rural y desde el banco pusimos en marcha una herramienta, que permite comprar y financiar hacienda, así como insumos para la ganadería, de una manera 100% online”, contó. ¿Cómo funciona? “El productor hace su pedido a un proveedor registrado, hay más de 200 rubros diferentes, y, por medio de la plataforma, le ofrecemos la mejor financiación para ese producto”, pormenorizó.
El gerente resaltó que esta innovación pasó a ser el principal producto del banco para financiar hacienda. “Diría que también es la herramienta más difundida del mercado agropecuario, el share es por lejos el mayor. El primer año, creció tres veces el financiamiento al sector ya que permite operar desde el campo y sin pérdidas de tiempo”, aseguró.
Otra novedad del Galicia es una inversión y un acuerdo comercial para ofrecer una billetera digital que opera con granos en lugar de pesos, y que permite simplificar la comercialización, que se hacía de forma manual y analógica y que muchas veces era de difícil acceso para productores chicos y medianos.
Para finalizar, Busch subrayó la importancia de la innovación en los productos financieros para mejor la competitividad del sector. “Estamos analizando el ecosistema agropecuario para seguir generando nuevas herramientas y, claramente, la ganadería está dentro de nuestras prioridades”, concluyó.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne
Publicación de «Valor Carne» de fecha 09-06-2022