El Ing. Agr. Aníbal Pordomingo, del INTA, dirigió un estudio que midió la performance a corral y el rinde al gancho de animales Limousin, sus cruzas con Angus y británicos puros. Cuál fue la opción más rentable para el productor y para el abastecedor que compra en pie, faena y vende al consumo, según un asesor CREA. ¿Van ambas de la mano?
Ing. Agr. Osvaldo Luna, CREA.
Partiendo de su histórico reconocimiento como productora de carne de calidad y una de las principales razas cruzantes para mejorar el rinde al gancho, los criadores de Limousin buscaron ponerles números a esos beneficios.
Con ese fin, la Asociación Argentina de Criadores de Limousin patrocinó un megaestudio realizado por un equipo de especialistas sobre el impacto del biotipo animal en el negocio cárnico.
Bajo la dirección del Ing. Agr. Aníbal Pordomingo, del INTA Anguil, se midió la performance a corral y el rendimiento de res de animales Limousin, castrados y MEJ, Limflex (50% Limousin y 50% Angus) y británicos.
Con los indicadores productivos en mano, el Ing. Agr. Osvaldo Luna, asesor CREA y docente de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNC), calculó los resultados económicos de productores y abastecedores. El objetivo fue poner en blanco sobre negro el valor del biotipo animal como herramienta para mejorar los márgenes ganaderos y contribuir a la toma de decisiones.
El ensayo
Animales Limousin en los corrales del CENAB.
El ensayo se llevó adelante en el CENAB (Centro Experimental de Nutrición Animal de Biofarma), Córdoba, con el apoyo del equipo técnico de la firma, y las mediciones de carcasa se hicieron en el Frigorífico Rioplatense.
La prueba total duró 250 días y se utilizaron 168 animales: 48 británicos, 24 Limflex, 72 Limousin castrados y 24 enteros (MEJ), los cuales fueron distribuidos en 28 corrales, a razón de seis en cada uno según su procedencia.
En ese sentido, el diseño buscó representar los sistemas productivos que se emplean a campo. Los animales británicos provinieron de tres establecimientos de la Cuenca del Salado, con recría pastoril posdestete. Por su parte, los Limousin castrados -que fueron recriados en forma semejante a los británicos o bien a corral-, los MEJ y los Limflex, llegaron de tres orígenes diferentes de Córdoba y Buenos Aires. Todos los biotipos se engordaron a corral con dietas de alta energía.
La performance en el feedlot incluyó mediciones de ganancia de peso vivo diario (ADPV), eficiencia de conversión y producción de carne por animal (kg/cab).
Para el análisis económico se consideró la serie histórica de precios del novillo y el ternero en dólares oficiales de los últimos doce años, utilizando como fuente el BCRA y el Movimiento CREA en base al Mercado de Cañuelas y la plataforma Entre Surcos y Corrales. El costo de la ración se ajustó según el precio del maíz pizarra Rosario.
Sobre esta base se obtuvieron los gastos directos y el ingreso por venta del animal terminado. A partir de ahí se calculó el margen bruto (USD/cab), el costo de producir un kilo vivo de carne (USD/kg) y la tasa de retorno (margen bruto sobre gastos directos, expresados en %), que permite saber cuánto ganó el ganadero por cada peso invertido.
Como indica el cuadro, los Limousin MEJ obtuvieron el mejor resultado económico considerando el margen bruto mayor, el costo del kilo producido más bajo y la tasa de retorno más elevada. En segundo lugar, los Limflex, seguidos por los Limousin castrados (recriados a corral y a pasto) y, por último, los británicos.
Entrando en detalle, en el costo por kilo producido (relacionado con la eficiencia de conversión y la ganancia diaria de peso) los británicos arrojaron los valores más altos, seguidos por los Limousin recriados a corral (por su conversión durante el engorde), luego los Limousin recriados a pasto, los Limflex y por último los MEJ que se consagraron como los de menor costo por kilo producido.
Sin embargo, como se sabe, en el negocio del engorde la variable que más impacta es la compraventa. En este caso, el precio de venta del MEJ, se tomó al 97% de lo pagado por el novillo, ajustándose en función del historial de ventas promedio de empresas ganaderas.
Al gancho
Según el diseño de Pordomingo, se plantearon dos momentos de faena. El primero, cuando se terminaron los novillos británicos, a los 104 días de iniciado el estudio (por observación visual y ultrasonografía para constatar al menos 8 mm de grasa dorsal). Para esa primera faena, se tomaron al azar la mitad de los animales de cada corral.
La segunda faena incluyó a los animales restantes y se llevó a cabo cuando se consideraron terminados los novillos Limousin, a los 214 días del comienzo, siguiendo los mismos criterios.
Independientemente del momento de faena, el orden de mayor a menor rinde de cada tropa se mantuvo en las dos instancias. Para los MEJ la variación fue prácticamente nula, siendo la categoría que más rindió, seguida de los Limousin recriados a corral, los Limousin recriados a pasto, después los Limflex y por último los británicos.
Si tenemos en cuenta el precio de venta de la carne (USD3,04) y el rendimiento al gancho de cada tropa, se llega al precio promedio alcanzado por los animales: mayor para el MEJ (USD/kg 1,91/kg) y menor para los británicos (USD/kg 1,76).
El abastecedor ¿hace negocio?
Para evaluar qué sucede en la etapa comercial, se analizó el caso del abastecedor que compra un novillo en pie, lo lleva al frigorífico para faenar y vende la carne a terceros.
Partiendo de los gastos de compra del animal, de faena, flete e impuestos, se llegó al gasto total incurrido para cada biotipo y por otro lado se tomó el precio promedio de venta de la carne (USD/kg 4,5) a minoristas como carnicerías y supermercados.
Según el diseño de Osvaldo Luna, para determinar el rendimiento y el peso de la res logrado por el matarife, se utilizó el valor promedio de la primera y segunda faena planteada en el ensayo.
En este cuadro se visualiza que las tres categorías de Limousin se posicionan como las mejores alternativas para el abastecedor -ya que le permiten comprar tropas de mejor rinde y obtener más kilos de carne por res-, seguidos por los Limflex y, por último, los británicos.
En síntesis
En cuanto a la performance a campo, se observa el beneficio que significan los biotipos Limousin y Limflex por sobre el británico, siguiendo la tasa de retorno de la inversión, que muestra cuánto ganó el ganadero por cada peso invertido.
En el análisis de la faena queda demostrado cómo el rinde potencia el ingreso y mejora el margen bruto por cabeza. Además, cuando se relaciona la producción con la comercialización, el abastecedor tiene ventaja al momento de comprar tropas con mejores rindes y buena calidad de carne.
Si se tienen en cuenta todas las etapas que involucra este proceso, podemos concluir que, cuando el productor elige el mejor biotipo animal para su planteo, no sólo obtiene un beneficio propio en lo productivo y económico, sino que tracciona a las siguientes etapas, logrando eficiencia en la industria y la comercialización.
Por Ing. Agr. Osvaldo Luna
Docente de Cátedra de Producción de Carne Vacuna FCA-UNC
Responsable Técnico de Mesa Ganadera CREA Córdoba Norte
Asesor CREA
Publicaciòn de «Valor Carne» de fecha 22-12-2022