Se embarcaron 238 mil toneladas equivalente carcasa, con un salto interanual del 20%. En marzo hubo caídas en los envíos a China, parcialmente compensados con otros destinos. El precio promedio mejoró apenas USD100 por tonelada, por las subas del enfriado a Europa. Los obstáculos de la macro a sortear para que no caigan los embarques. Por Miguel Gorelik.
Las exportaciones argentinas de carne vacuna cerraron el primer trimestre del año alcanzando un volumen récord en las últimas décadas. Se embarcaron 238 mil tec, un 20% más que en los períodos comparables de 2021 y 2023, que son los que más se acercan de entre los recientes.
Un aporte significativo fue registrado en marzo, cuando se exportaron 77 mil toneladas equivalente carcasa (tec), marcando un salto del 14% interanual, a pesar de la baja del 8% en relación a febrero.
Por su parte, las 890 mil tec exportadas en los últimos 12 meses quedaron un pelito abajo del máximo de este siglo para ese lapso, que se observó en marzo de 2021. Cabe recordar que luego las exportaciones fueron cediendo por las medidas aplicadas por el gobierno de Alberto Fernández a partir de mayo de ese año. Aquella marca podría volver a alcanzarse ahora en abril, si se mantuviera la fuerza de los embarques.
Cambios en los destinos
En marzo se despacharon 6.500 tec menos que en febrero, o 4.000 t peso producto. El mayor impacto fue la reducción de los envíos a China, con 5.500 t peso producto menos, concentrados en carne desosada, ya que la carne con hueso se mantuvo.
También la UE compró menos carne enfriada, 900 t, parcialmente compensadas con 150 t de congelada.
Los mercados que compraron más en relación a febrero fueron Rusia, 550 t, que no había comprado; Israel y EE.UU., 500 t cada uno; Chile 200 t; y Brasil 150 t.
Los precios siguen muy débiles
El precio medio fue de casi USD4.200/t peso producto, cien dólares más que en febrero.
El aumento de 13% en el valor medio de la enfriada a Europa fue la causa de esta mejora.
El resto de los principales mercados marcó un leve escalón descendente, con China -2% (sin hueso -1%), Israel entre 1 y 2% abajo, según temperatura, Chile -1 y EE.UU. entre -2 y -4, para enfriada y congelada en ese orden.
El precio medio ponderado para los principales cinco grupos de producto/destino mejoró 4% pero se ubicó 15% por debajo en un año.
El valor actual sigue estando entre los más bajos de los últimos años.
¿Se podrá sostener este ritmo?
Los altos volúmenes embarcados en estos meses no son compatibles con la ecuación que ha estado teniendo la exportación.
En este primer trimestre los valores de la hacienda, tomando el tipo de cambio que se usa para vender al exterior, han sido consistentemente más altos, y por una buena diferencia, con los que rigen en los mercados que son nuestros más directos competidores, los del Mercosur.
Recién en esta semana, el valor del novillo argentino se acercó al del uruguayo, pero todavía está un 20% arriba del equivalente a los de Brasil y Paraguay, que es una diferencia muy fuerte en comercio internacional.
Consecuentemente, este empuje exportador sólo puede mantenerse si se alinea la mencionada ecuación.
¿Cómo puede suceder esto? O baja el precio de la hacienda en pesos, o se corrige el tipo de cambio, o se eliminan los impuestos a la exportación -que por si solos no arreglarían el desfasaje-, o mejoran los bajos precios internacionales.
Con respecto al valor de la hacienda, si bien no es bajo, tampoco puede decirse que sea alto. Está en línea con su tendencia de largo plazo. Una reducción de su precio lo dejaría en una posición desalineada.
El tipo de cambio, contrariamente, muestra un cierto atraso con respecto al tipo de cambio real multilateral que calcula el BCRA. El atraso actual es de 20% sobre el promedio de 25 años.
Si a esto se agregan los 9 puntos de los derechos de exportación, estaríamos hablando de una ecuación bien distinta.
Pero basándonos en los dichos de los principales ejecutores de la política económica actual, no es probable que haya cambios rápidos en materia cambiaria ni de derechos de exportación.
Con respecto a los precios internacionales, no se pueden esperar cambios sensibles en poco tiempo.
Que una variable esté atrasada o adelantada no significa que “tenga” que corregirse de la forma esperada en el corto plazo, sino que depende de múltiples factores, no siempre manejables por el sector público o privado.
Hasta ahora, la tendencia es que los frigoríficos exportadores están reduciendo su producción. De seguir así, esto se empezaría a reflejar en decisiones más estructurales. Una pérdida para el sector y el país.
Por Lic. Miguel Gorelik, Director de Valor Cane
Publicación de «Valor Carne» de fecha 25/04/2024