Con genética de punta, pastoreo selectivo y nutrición ajustada logra 90% de parición en 60 días, en julio y agosto, las vaquillonas de 15 meses destetan terneros de 220 kg y la invernada llega a los 300 kg en junio. Entre enero y febrero vende el 70% de los novillos con 450kg. “El área del bife se paga sola porque alcanza el estándar Hilton en menos tiempo”, afirma Juan Adolfo Lafontaine.
Juan Adolfo Lafontaine
Una empresa mixta, de tamaño mediano, que hace ciclo completo pastoril y cabaña en Gral. Lamadrid y Azul (Bs As), muestra cómo en tiempos de precios de la hacienda retrasados logra rentabilidad a partir de la eficiencia. El Ing. Agr. Juan Adolfo Lafontaine, al frente de la firma, junto a su equipo, ponen a punto los avances tecnológicos que hoy le permiten sostener márgenes brutos interesantes con un sistema de alta productividad para consumo y exportación.
“No esperemos grandes cambios en los precios este año. Tendremos variaciones estacionales para el novillo y el ternero. Pero no hay que estar a la expectativa de que fluyan por encima de esas curvas. Serán movimientos normales, dados por la oferta y la demanda. Entonces, concentrémonos en el sistema de producción para bajar costos”, aconsejó Lafontaine, miembro del CREA Laprida y años atrás coordinador de ganadería de la organización.
La eficiencia
Desde hace décadas el establecimiento trabaja con un modelo pastoril basado en ajustar la oferta forrajera anual a la demanda de los animales. En este contexto, dieron una serie de pasos para maximizar la producción de carne.
“Hace unos 10 años que venimos mejorando el sistema con Darío Colombatto, nuestro asesor en nutrición, pusimos el foco en la vaca preparto y en el ternero pos destete. Eran nuestros puntos débiles, teníamos resultados muy variables”, planteó.
Con las vacas de cría el objetivo era acortar el intervalo parto- celo para concentrar la parición en 60 días.
“Antes, para reservar el pasto en pie en otoño, restringíamos a las vacas prácticamente hasta el momento del parto, con lo cual perdían condición corporal afectando la nutrición fetal. Hoy comen sorgos diferidos, en franja, desde el 15 de marzo al 10 de junio. Y con eso mantienen un estado adecuado, no dejamos que bajen de grado cinco”, contó. Esto asegura una buen lactancia y crecimiento del ternero, y la aparición temprana de celos fértiles.
“Con esta mejora nutricional, desde hace 5 años, el 90% de nuestros terneros nace entre julio y agosto, más allá de las condiciones climáticas”, indicó.
En cuanto al ternero, Lafontaine sostiene que lo importante es la suplementación estratégica pos deteste para corregir el desbalance típico del otoño. “El pasto tiene exceso de agua y de proteína, sobre todo las gramíneas e incluso la alfalfa. Entonces, les suministramos grano seco debajo del alambrado, a campo. Les damos cebada, avena o maíz, al 0,7% del peso vivo, de modo que las bacterias del rumen dispongan de la energía que necesitan”, explicó.
Vaquillonas top
Así las cosas, el gran salto del sistema fue mejorar un 30% los pesos al destete.
«Estamos destetando terneros hijos de vacas con 240 kilos e hijos de vaquillonas de 15 meses con 220 kilos, cuando antes, 10-15 años atrás, estábamos en 200 kilos y 170 kilos, respectivamente”, anunció.
Para el productor, “lo más revolucionario es que las vaquillonas preñadas a los 15 meses destetan terneros, macho y hembra, a los 7 meses con 220 kilos”, repitió.
¿Por qué dan terneros de tan alto crecimiento? “Ahí el principal factor es la genética. Utilizamos toros y semen que combinan facilidad de parto con peso al destete. Son reproductores Angus con DEPs para peso al destete y peso final ubicados en el 15% y 10 % superior de la raza, respectivamente”, resaltó.
Con respecto a la pérdidas preñez- destete, que hasta 2018 superaban el 16%, como se puede ver en el gráfico, bajaron al 6-7% en 2023 y 2024. “En esto influyó una cuestión de manejo que vimos en un campo cercano de la familia Camio. Hacemos prevención de hipomagnesemia ofreciendo rollos espolvoreados con sales minerales en pre y pos parto”, detalló.
Con estos avances, “ya no ajustamos la producción de pasto a la carga que puede aguantar, sino a la cantidad de vacas que destetan entre el 85% y el 88% de terneros”, reveló.
De la invernada al gordo
La meta de la recría era llegar a 300 kilos a fin de junio, algo estratégico para terminar el grueso de los novillos con 450 kg, entre enero y febrero, cuando hay menor oferta y los precios se tonifican.
“Con una invernada de ese kilaje ya tenemos el invierno por delante, que acá es de buenos engordes, combinando pasturas y verdeos; y en primavera los machos se terminan sólo sobre pasturas, con ganancias superiores a 1kg por día. Esto nos asegura entrar a la Hilton ahora, a principios de año, con novillos de 18 meses de edad”, planteó Lafontaine, aludiendo a que para anticipar las ventas es clave el manejo del pastoreo.
Hace varios años, el establecimiento implementó el llamado “pastoreo selectivo” para asegurar que los animales se alimenten con lo que les gusta además de favorecer el rebrote.
“Es muy común buscar eficiencia de cosecha, pastoreando intensamente, pero de ese modo los obligan a comer cosas que no quieren. Tal es el caso de las bases de las plantas de menor calidad y los manchones de orín y bostas frescos. En cambio, con nuestro sistema esos remanentes quedan en la parcela. Y, con buena cobertura, la pastura se recupera mucho más rápido”, aseveró.
¿Cómo miden el crecimiento? “Utilizamos el monitoreo satelital y complementamos la información con el Green Seeker. Es una herramienta portátil que evalúa la actividad fotosintética al igual un satélite, pero desde la ventanilla de la camioneta, mientras recorremos. Nos brinda el índice verde y con una tablita de conversión nos dice cuánto está creciendo la pastura”, explicó.
En tal sentido, una parcela, comida con alta eficiencia de cosecha, rebrota a razón de 5 a 10kg de MS/ha por día y después va aumentando. “En cambio con nuestro sistema, hay más hojas para hacer fotosíntesis y directamente crece unos 12-15 kg diarios. Está lista mucho más rápido para ser pastoreada nuevamente”, aseveró.
Este manejo -en pasturas, verdeos y pastos naturales- les permitió pasar de 500- 600g de ganancia diaria a 800 g promedio, desde el inicio hasta la finalización del ciclo. “Es impactante en la economía del sistema”, afirmó Lafontaine.
¿Qué porcentaje de novillos van a Hilton? “El 70% se vende con 450kg en destino y califica para la cuota, incluso con 440 kg ya son aptos porque el área de ojo de bife logra un mínimo de 70 cm2, anticipadamente”, aseveró, aludiendo a que hace años seleccionan a favor de este atributo. “No nos pagan por área de ojo de bife, es algo que se pone en valor por sí mismo al momento de la tipificación”, subrayó.
Por su parte, el 30% de los novillos que no llegan a ese peso se destinan al consumo con 420 kilos. “Vendemos en enero y febrero y ya para marzo, abril, nos queda una cola, nada más. La premisa es que, cuando aparezca el nuevo destete, haya un mínimo de novillos en terminación, que no compitan con la nueva camada”, aseguró.
¿Rinde este modelo con los precios actuales? “Sí claro. El pasto es el recurso más barato y nosotros aprovechamos sus curvas estacionales, lo manejamos a nuestro favor para bajar su costo aún más”, aseguró. Y pormenorizó: «en la última evaluación de gestión promediamos los USD 0,59 por kilo producido, una fortaleza en tiempos de costos de insumos en aumento».
Para finalizar, Lafontaine destacó que hay muchos productores de la zona que siguen estos modelos. “Nuestro margen bruto 2023/24 cerró en 266 US/ha, contribuyendo significativamente a la rentabilidad de nuestra empresa agrícola ganadera. Y lo más importante es que estos sistemas pastoriles de alta productividad son rentables para establecimientos de distintos tamaños, armándolos a su medida, la eficiencia rinde en cualquier escala”, concluyó.
Por: Ing. Agr. Liliana Rosenstein
Editora de Valor Carne
Publicación de «Valor Carne» de fecha 30/01/2025