Miguel Nelson cuenta con tres establecimientos mixtos de ciclo completo en el Noroeste de la provincia de Buenos Aires y uno de cría en San Luis, administrados en familia. De padre y abuelo ganaderos, vive con su esposa Mónica González Balcarce en El León, Ameghino, y es miembro del CREA homónimo. Hoy, con un planteo ordenado desde hace varios años, de excelentes indicadores productivos, tanto en la cría como en la recría y el engorde, se da el lujo de probar nuevas tecnologías para optimizar el resultado de su empresa, que termina 9.500 cabezas de bovinos por año. Desde Valor Carne presentamos su caso por tratarse de una forma de conjugar la calidad de vida rural y el negocio, de la mano del conocimiento técnico, público y privado, que sustenta los avances.
«Venimos mejorando la eficiencia desde hace mucho años, en cada campo y en cada actividad y hoy producimos 740 kg de carne/ha promedio de punta a punta del ciclo», afirmó Nelson, quien además del CREA cuenta con el asesoramiento del Ing. Agr. Juan Elizalde en nutrición y siguen los lineamientos del Ing. Agr. Aníbal Pordomingo, del INTA Anguil.
¿En la cría? «Si tomamos los últimos cinco años, la preñez es del 96,4% y la pérdida de 5,3%, o sea que el porcentaje de ternero logrado sobre vaca entorada es de alrededor del 91%. Tenemos muy afinada la alimentación, la sanidad y el manejo. Por eso, ahora, estamos acortando el servicio de 90 días, que habitualmente hacemos del 1º de noviembre al 31 de enero», explicó.
En esa línea, la última innovación fue preñar las terneras de 13 a 15 meses en 30 días. «El año pasado servimos el 85% del total de esta categoría, unas 150, y logramos el 67% de preñez, que nos alcanzaba para la reposición. Nos quedamos con unas 90 y hubo un excedente que rechazamos, las más chicas, que terminamos a corral y despachamos a faena. Los rindes al gancho fueron muy buenos «, contó, destacando que el rodeo de El León, es Angus y muy fértil.
En cuanto a las vacas, por lo pronto, siguieron con el servicio de 90 días. «La idea es llevarlo a 70 días, en vez de 90. O sea que este año le sacaríamos 10 días y otros 10 días el año que viene. Está todo planificado, así, poco a poco tendremos un rodeo con más vientres cabeza de parición y menos cola», planteó.
¿Por qué este cambio, si ya tenían muy buenas preñeces? «Lo del entore de 30 días lo trajimos de un viaje que hicimos el año pasado, a EE.UU, estuvimos en una cabaña de Aberdeen Angus, que tenía un servicio muy corto, incluso con vacas generales, y nos gustó la propuesta», contó. Y detalló: «Fuimos todos los miembros del CREA, con nuestro asesor, el Ing. Agr. Rafael Canosa. También acá, Elizalde y Pordomingo, recomiendan acortar los servicios, siempre y cuando el rodeo esté ordenado. Entonces, cuando regresamos, tres empresas, lo pusimos en marcha y nos salió bien».
Hay una serie de beneficios que tuvieron en cuenta a la hora de tomar la decisión de probar la tecnología. «Las pariciones, que se están dando ahora, en forma anticipada, se concentran en un mes y eso facilita el control y el manejo. Los especialistas dicen que los terneros que nacen antes son mejores que los de cola, como son más antiguos llegan al destete con más peso para la misma fecha», explicó. Asimismo, «las hembras son todas cabeza de parición y por los datos que vemos, serán mejores madres a futuro, o sea que se preñarán antes; si están bien alimentadas, claro, no es un milagro. Y sus hijos también serán mejores, hasta podrían terminarse antes», anticipó, aludiendo a que se cuenta con información de que esos terneros llegan más rápidamente al peso de faena.
Asegurar el éxito
Nelson sostiene que la clave para incorporar esta práctica es que las terneras tienen que estar muy bien recriadas y desarrolladas, en excelente estado corporal a la hora del servicio para poder entrar en celo y preñarse.
¿Cómo las alimentan? «En El León hacemos pasturas de alfalfas con festuca en campos agrícolas, porque los márgenes que nos dejan son muy razonables. También hacemos verdeos, por supuesto», relató. Y destacó: «Una técnica que adoptamos hace varios años es suplementar con maíz partido y un complemento a base de monensina, a toda la hacienda que está en el campo, todo el año, en distintas cantidades, dependiendo de la oferta forrajera. Cuando se achica el campo aumentamos de 1 a 3 kg/cab/día. Se lo damos abajo del alambre eléctrico y los mismos animales hacen una especie de comedero, como un piso». Este manejo, «además de prevenir el empaste, según Elizalde, les da una ganancia diaria adicional de 80 a 90gr/día, o sea que llegamos a 625 gr/día. Nuestras terneras más jóvenes pesaban 320 kg al servicio y, ahora, en la parición están en 410 kg», pormenorizó.
A pesar de esta excelente performance, el empresario tomó un «reaseguro» para probar la nueva tecnología. «Para que no sea un salto sin red, en realidad les dimos dos meses de servicio, con 4% de toros, e hicimos una ecografía al cumplirse los 30 días. El veterinario vino con un técnico el 2 de enero y detectaron la preñez de lo que se sirvió entre el 1º de noviembre y el 1º de diciembre. Ahí, comprobamos que se había logrado ese 67%, suficiente para la reposición, algo que incluso corroboramos luego con el tacto, pero había un mes más de servicio por si las moscas. El año que viene no lo vamos a repetir, no hace falta», indicó. Pero, en base a esta experiencia, el productor aconsejó: «Al que vaya a hacerlo por primera vez, le convendría monitorear el resultado con ecografías, pero dar dos meses de servicio por si la preñez que obtiene no alcanza».
¿Adoptarán la práctica en forma permanente? «Creo que es algo que nos ayudará y que llegó para quedarse, aunque recién empieza y habrá que sacar más cuentas. Si bien nos gusta la ganadería, la vemos también como un negocio», finalizó.
Los datos duros
Según Pordomingo, un punto clave para mejorar la eficiencia de la cría es achicar el período ocioso de los vientres, acortando el servicio todo lo posible, para ejercer una máxima presión sobre la fertilidad. «La vaca cabeza de la parición anterior siempre tiene una expresión de fertilidad superior al resto», indicó, mostrando un gráfico de un rodeo con un servicio de 90 días que presenta el pico de la preñez a los 45 a 60 días.
«Si se mira dentro de ese rodeo, se encuentran dos poblaciones distintas. Un 60% se preña antes, son los vientres que mejor uso hacen de los forrajes, y otro 40% lo hace luego. Entonces, podemos aprovechar esta oportunidad dándoles un servicio diferente», sostuvo el especialista, refiriéndose al adelantamiento del grueso de las preñeces, a los 30-45 días, que se alcanza seleccionando las vacas cabeza y entorándolas por separado del remanente de la tropa, que logra los máximos a los 60-75 días.
La mejora en la eficiencia de la cría no solo brinda beneficios a la propia actividad sino que se proyecta a todo el ciclo productivo. «Estudios experimentales, validados en campos de productores, demostraron que los novillos hijos de vacas cabeza con servicio de 70 días, manejados con iguales sistemas posdestete, en este caso pastoriles, logran un peso de faena similar (450 kg), tres meses antes, en promedio, que aquéllos que provienen de rodeos con servicio de 90 días. Unos salen a faena a los 20 meses y los otros a los 23 meses», finalizó.
Por: Ing. Agr. Liliana Ronsenstein, Editora de Valor Carne
Publicaciòn de «Valor Carne» de fecha 03-09-2020