El calentamiento global, el bienestar animal y la “carne artificial” son los ejes de trabajo de la Asociación Argentina Angus ante el cambio de época. El Ing. Agr. Manuel Olarra dejó atrás años como asesor de campo para convertirse en un influencer de la ganadería y hoy explica los últimos adelantos en genética y sustentabilidad.
Manuel Olarra.
El Ing. Agr. Manuel Olarra, vicepresidente de Angus, fue durante décadas asesor de establecimientos ganaderos hasta que hace ocho años entendió que era su momento de devolverle a la Asociación lo que había obtenido y comenzó a trabajar en la comisión directiva. No conforme con las actividades del día a día -cerca de 300 eventos por año, entre remates auspiciados, exposiciones y jornadas técnicas- pensó que también debía participar en los planes de la raza a futuro, enfocados en los nuevos desafíos de la ganadería mundial.
“Desde hace 32 años, llevamos adelante un programa muy fuerte, mediante un acuerdo con el INTA, para evaluar en forma objetiva los reproductores buscando mejorar la performance de la progenie. Y desde hace 8 a 10 años, en cualquier remate se destaca un toro o una vaca porque tiene un DEP para tal o cual característica. Es una tecnología que se masificó gracias a su relación costo beneficio”, afirmó Olarra.
Lo saliente es que este cambio está contribuyendo de manera silenciosa a dar respuesta a las nuevas demandas de la sociedad. En tal sentido, mientras el productor selecciona por determinados atributos como largo de gestación, peso al destete, área de ojo bife o porcentaje de cortes minoristas, no sólo está mejorando la producción de su rodeo y la calidad del producto final, sino que contribuye a mitigar el calentamiento global, preservar el bienestar animal e incluso a garantizar los atributos de la carne natural.
“Es importante que el sector tome nota de estas fortalezas y las ponga en valor frente a la agenda de la sociedad en los próximos años”, agregó el directivo, refiriéndose a los cuestionamientos ambientales que enfrenta la ganadería mundial.
Mejora continua
Mientras la producción de hacienda modifica ciertas normas de manejo históricas en las mangas, adoptando prácticas e instalaciones más amigables, la genética también contribuye al bienestar animal desde hace muchísimos años.
“Cuando seleccionamos por peso al nacer, por ejemplo, para que una vaca pueda parir fácilmente y no tengamos que ayudarla, provocándole tirones o haciéndole una cesárea, mejoramos su calidad de vida”, indicó. Además, hoy Angus dispone de un DEP de docilidad, por medio del cual es sencillo incorporar mansedumbre a los rodeos. “Un menor estrés para un animal manejado en una pastura o en un corral, es clave para que tenga una buena experiencia en nuestros establecimientos”, sostuvo Olarra, aludiendo a un atributo cada vez más observado por los consumidores.
Otros DEPs importantes en esa línea son los de sanidad de pezuñas que hacen a la funcionalidad de los animales. “Nuestra ganadería es básicamente pastoril, los animales tienen que caminar muchos kilómetros por día, para lo cual deben tener patas sanas, que favorezcan su comodidad y bienestar”, apuntó.
Además, desde la Asociación están lanzando un DEP de peleche temprano. “Permite seleccionar animales que voltean más rápido el pelo a la llegada de la primavera. Y eso es importante para el confort en zonas cálidas como el norte de Entre Ríos y el sur de Corrientes donde está avanzando el Angus”, explicó Olarra, agregando que incluso puede favorecer la adaptación a zonas tradicionales impactadas por el cambio climático. “Ya tenemos el protocolo listo y en estos días vamos a comunicarle a nuestros socios cómo pueden mandarnos datos para evaluar a sus animales”, anticipó.
Vaca & ambiente
La Asociación entiende que la longevidad de los vientres y la precocidad al primer servicio también contribuyen a mitigar el calentamiento global. “Si una vaca desteta su primer ternero a los dos años y medio de edad y conseguimos, por medio de un DEP de longevidad que viva mucho tiempo y produzca más descendientes, por tener alta fertilidad, la emisión del período improductivo se amortiza en más terneros”, aseveró. En concreto, “cuanto más temprano se preñe y cuantos más años viva, dando un ternero por año, mayor será su eficiencia y menor su emisión de metano por kilo producido. Por eso estamos trabajando en el DEP de longevidad”, anunció Olarra, aludiendo a una estrategia que en los Estados Unidos contribuyó a achicar el rodeo de vientres y a la vez a aumentar su productividad.
Ampliando la mirada, los DEPs de consumo residual (RFI) lanzados hace dos años permiten identificar individuos más eficientes que utilizan menos recursos para producir carne. “Ya hay más de 1.000 reproductores Angus evaluados que cuentan con DEPs clásicos y en breve completaremos la población de referencia que nos permitirá enriquecerlos genómicamente. Así, podremos otorgar ese diferencial a un ejemplar con el mero hecho de analizar un mechón de pelo de su cola”, aseveró, detallando que seleccionar por este carácter tiene su correlato en el cuidado del ambiente.
Con ese objetivo, la Asociación está analizando un plan a mediano plazo para detectar aquellos animales que emiten menos metano que otros en virtud de su metabolismo. “Nos gustaría lograr un DEP que califique este atributo heredable para que el criador cuente con una herramienta objetiva de selección. Estamos evaluando la posibilidad de empezar a medirlo, es complejo y costoso, pero ya se está haciendo en otros países y también lo desarrollaremos aquí”, adelantó.
Otro tema de agenda es difundir las virtudes de la carne natural frente al avance del producto artificial. “Por más que sea un mercado muy chico, del 1 a 1,5% del vacuno, en Estados Unidos y Europa hay movimientos muy fuertes fomentando ese tipo de industrias. En contraposición, desde Angus estamos comunicando las virtudes de la carne natural, insuperable por su sabor y calidad nutritiva, además de su costo muchísimo menor”, manifestó. Como respaldo están los DEPs de marmoleo, que garantizan la terneza, y los DEPs de área de ojo de bife, que permite lograr los cortes más valorados en los mercados, entre otros. “Por eso, cada vez es más importante darle trazabilidad y certificación a nuestro producto para poder demostrar estas fortalezas”, enfatizó.
Para finalizar, Olarra destacó que “en la Asociación se trabaja desde hace 103 años en la mejora de la raza Angus, la más importante del país, aunque siempre contemplando los intereses de toda la ganadería. Y hoy es estratégico que la sociedad conozca cómo respondemos desde la genética a las necesidades del mundo”.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne
Publicación de «Valor Carne» de fecha 28-09-2023